CONOCE UN POCO MÁS A LAS CANDIDATAS A CONSEJERAS

¡Hola familias!

Estamos en pleno proceso de elección de las representantes de las familias en el Consejo Escolar. Este año contamos con cuatro candidatas. De entre ellas, las dos más votadas serán nombradas consejeras durante los próximo 4 años. Desde el AMPA, y respetando la neutralidad que el proceso electoral requiere, hemos querido hacerles una entrevista. Cuatro preguntas idénticas para cuatro candidatas con el fin de que las conozcáis mejor (a ellas y a sus propuestas) y podáis elegir a la que mejor se adapte a vuestras expectativas.

  • Os recordamos que se trata de un voto por persona (ambos progenitores pueden votar), y que a lo largo de la jornada de mañana se podrá votar por correo (la papeleta debe ir en sobre cerrado, y éste dentro de otro sobre, también cerrado, con fotocopia del DNI, NIE o Pasaporte) en una urna ubicada en el pasillo de dirección. El voto presencial tendrá lugar en la sala de profesores del colegio el miércoles 30 de 15:30 a 17:00 horas. ¡No olvidéis el documento de identidad!.

Aquí os presentamos a Begoña, Natalia, Miriam, y Elvira.

1. ¿QUÉ PUEDES APORTAR COMO CONSEJERA?

Natalia: En primer lugar puedo aportar mi experiencia como madre de una niña que cursa primaria y de un niño que cursa infantil. Convivo con esas dos etapas. Dos etapas que conviven también en el cole, dos etapas muy diferentes tanto en los hitos evolutivos como en lo que se refiere a los procesos de aprendizaje. Y creo que es importante que tengamos ambas en cuenta. Llevo varios años siendo vocal del grupo de whatsApp de infantil. Esto me ha permitido ser muy consciente de lo importante que son las distintas vías de comunicación entre el cole y las familias. Creo que como consejera podré aportar todo lo aprendido como vocal. Me ha ayudado a conocer el funcionamiento del centro, los distintos procesos, a las familias del cole…

Comunicaré a las familias todo lo acordado y trabajado en cada consejo escolar que se celebre. Pero también puedo aportar una visión profesional de estos aspectos. Mi práctica profesional como psicóloga está dedicada especialmente a estas edades. A diario estoy en contacto con bebés, niños, adolescentes y sus familias. Trabajo en centros educativos acompañando a los docentes en su día a día, ayudándoles a resolver conflictos que surgen en los claustros, en el aula, en los espacios de tiempo libre. Sé el lugar tan importante y delicado que tienen, de gran responsabilidad. Creo que en este sentido puedo aportar mucho para encontrar herramientas acordes con el centro y sus alumnos/as, favorecer consenso a la hora de ponerlas en marcha, así como dar cabida a la parte emocional que se pone en juego en esos momentos.

Como madre he querido participar y colaborar estos años de la educación de mis hijos. Aportando ese otro lado profesional. Creo que es muy importante que las familias nos involucremos e impliquemos, dentro de nuestras posibilidades, en su día a día en el colegio. Conociendo nuestro cole, conociendo sus procesos de cambio en los que se ve implicado, conociendo a sus docentes y los proyectos educativos. Teniendo esa información podemos ayudar y aportar con más facilidad. Como indiqué en el texto de mi candidatura, he colaborado ofreciendo escuelas de familias, talleres en el aula sobre emociones, sobre cómo nuestro cuerpo las expresa, dando charlas para prevenir el bullying. Y siempre me he mostrado dispuesta a aportar aquello que está dentro de mis posibilidades.

Elvira: Cité en mi candidatura 3 aportaciones: COMUNICACIÓN, informar a las familias de las sesiones asistidas (los resúmenes actuales son del representante del AMPA, mi candidatura es libre) y estar disponible (ahora no es fácil saber quiénes son los 5 consejeros). PARTICIPACIÓN, proponer actividades (¡ojo! la consejera Carmen Muñoz consiguió incluir el día internacional de las Mates en la P.G.A.) y por último, CONSULTA, en el caso de que se quiera abrir un proceso de consulta a todas las familias, votaré a favor. En el curso pasado se votó en contra de abrir la consulta de cambio de jornada. 

Begoña: Creo que mi mayor fortaleza tiene que ver con poder aportar una visión amplia de la diversidad, adiferentes niveles, desde mi experiencia en el abordaje de situaciones sociales diversas.

Miriam: Como consejera, humildemente, creo que puedo aportar diferentes conocimientos y experiencias previas. Puedo aportar mi experiencia en el consejo escolar del colegio Eugenio María de Hostos a lo largo de los últimos 4 años. Fui elegida en el año 2018 con un programa que he respetado a lo largo de todos estos años y, a lo largo de los numerosos consejos escolares de estos cursos, he aprendido y conocido un poquito más del funcionamiento del Centro o de nuestras posibilidades como padres y como consejeras para hacer llegar al centro nuestras propuestas de mejora.

Igualmente, soy profesora en la Universidad Complutense de Madrid en la Facultad de Educación y, por tanto, he participado en otros órganos colegiados de otros centros educativos, lo cual me aporta una experiencia en otros contextos similares, que considero, puedo trasladar a este Consejo. Igualmente, mi formación puede también ayudarme en ese Consejo escolar. Mis alumnos hoy, son los maestros de mañana.

2. ¿QUÉ CAMBIARÍAS DEL FUNCIONAMIENTO DEL CENTRO? Y ¿POR QUÉ?

Elvira: El «funcionamiento del centro» creo que no es competencia de una consejera representante de padres. Quizás no he entendido la pregunta. Por otro lado, trataré de mejorar lo que sea posible pero no cambiar. Estoy muy contenta con el cole de mis hijos (y ellos también).

Begoña:

  • Fomentaría que los espacios patio y juego espontáneo sirvieran como espacio de ocio y “desahogo” para los niños, pero también como espacio de análisis y obtención de información de dinámicas, actitudes y expresión de valores que puedan ser trabajados con ellos para mejorar.
  • *Considero que las familias debemos contar con mayor información sobre la calidad y cantidad de comida que ofrece el servicio de comedor.

Miriam: Por mi forma de ser, en la que siempre intento ayudar a los demás, considero que mi participación en el consejo escolar está relacionada con contribuir a que el Colegio de todos nuestros hijos sea un espacio de paz y crecimiento personal. Ayudar en lo que el centro necesite y como miembro del colectivo de padres y madres en ese consejo, pretendo llevar al mismo, las sugerencias, dudas y opiniones de las familias.
Estudié en este colegio y hoy soy la persona que algunos me conocéis también gracias a esos años. Quiero que mis hijas y todos vuestros hijos e hijas tengan una experiencia tan positiva como lo fue la mía.

Creo que los debates en torno a cualquier tema son positivos, sin embargo, la decisión del colectivo de padres del consejo escolar el curso pasado de rechazar esa Jornada continua me parece que ha supuesto un enrarecimiento del ambiente. Entre familias,
con los profes, con dirección.
Quiero cambiar eso. Siempre el Hostos ha sido un espacio donde hablar alto y claro estaba permitido y me gustaría que siguiera siéndolo. Votemos y decidamos, si, conociendo y respetando las decisiones que implican.

Natalia: Creo que estamos en un momento muy particular. Venimos de una pandemia y de un cambio de equipo directivo. Creo que tras estos cambios, se están dando los pasos para volver a la normalidad en relación a la presencia de las familias en la convivencia con el cole. Y esa parte me gusta mucho.

Las familias de vuelta al cole siempre es una gran noticia. Por ello, me apetece mucho estar en el consejo escolar. Me apetece conocer más de cerca el funcionamiento del centro y poder participar (en nombre de las familias) de todas esas decisiones en las que el consejo participa: cambios de jornada, proyectos educativos, actividades complementarias del centro, solución de conflictos, relaciones del centro con otras instituciones…entre otras.

Me encantaría poder pensar alternativas de formación para el personal de comedor por ejemplo. Que puedan recibir información que les ayude en su trabajo diario, en un espacio tan delicado como es la alimentación, con edades tan diversas, con el estrés que imagino que acarrea. Que puedan tener herramientas para entender la relación de los distintos momentos evolutivos en relación a la alimentación así como herramientas para la gestión y resolución de conflictos. Hay un aspecto que me encantaría poder cambiar, aunque es un aspecto compartido con todos los colegios públicos. Me refiero a los procesos de adaptación en infantil. Creo que son momentos muy delicados tanto para niños/as, profes y familias.

Y sería muy interesante abrir un espacio donde se pudiera reflexionar sobre la importancia y todo lo que se pone en juego en esos momentos. En cualquier caso, me postulo como consejera para poder conocer más y valorar realmente aquellas cuestiones susceptibles de cambio.

3. ¿ERES PARTIDARIA DE LA JORNADA CONTINUA O DE LA PARTIDA?, ¿POR QUÉ?

Begoña: Por la devolución que he recibido de muchos niños, entre otras razones, y dada la experiencia del año pasado, me parece interesante el planteamiento de la jornada continua. Si bien es cierto que los espacios de descanso a muchos de ellos, (sobre todo entiendo a los más pequeños/as), les ayuda a descansar y recuperar la capacidad de volverse a concentrar, como contrapartida muchos plantean que después de comer, enfrentarse a las clases les resulta mucho más complicado. Considero que la jornada continuada ofrece mayor versatilidad a las familias, permitiendo que elijan entre diferentes posibilidades de recogida, facilitando así la conciliación de vida familiar en las condiciones que cada familia considere que les viene mejor.

Con respecto al trabajo de profesores y personal del centro, me parece que esa versatilidad también influye en su capacidad para organizarse el trabajo de forma que les permita una organización del tiempo más eficiente, y que puedan plantearse tutorías o reuniones o trabajo con familias por las tardes, fomentando así una coordinación familia- escuela que me parece importantísima y de otro modo se complica.

Por otro lado, el tamaño del centro creo que permite seguir manteniendo el comedor y tardes porque muchas familias necesitamos por trabajo dejarles hasta más tarde de las 14,00 h, aunque nos parezca que tener la posibilidad de elegir, sea positivo.

Miriam: En este sentido mi respuesta es clara: soy partidaria de la jornada partida. Este tema
suscita siempre un debate largo y complejo. En mi caso lo tengo muy claro por dos
motivos.

1. Motivos personales. Tengo dos peques y con ellas he experimentado ambas jornadas. Salir a las dos y llegar a casa a comer a casi las 14:30 fue tremendamente difícil para una peque que cuando entró al cole sólo tenía 2 años. Creo que la jornada partida se adapta mejor a los ritmos circadianos de los niños y niñas de la edad entre 3 y 12 años. Efectivamente nosotros queremos mejores horarios, salir antes de trabajar, jornadas continuas en las que rendimos mejor… pero es que en este caso hablamos de niños. Los niños no son como nosotros los adultos, ¿Por qué queremos acelerar tanto su llegada a la vida adulta?

2. Motivo ideológico. Soy partidaria de la educación pública. He estudiado en ella y quiero que mis hijas lo hagan, y las hijas de mis hijas… Y tenemos que cuidarla. Considero que la Jornada partida implica un mayor número de horas de estancia en el centro y por ende una mayor inversión para poder mantener ese centro abierto. Igualmente, la vuelta con la profesora de referencia tras el recreo de comedor permite reconducir los conflictos generados en ese tiempo. De algún modo, mi postura tan clara en este aspecto puede considerarse contradictoria por algunos al leer la pregunta anterior y decir que llevaré al consejo
sugerencias, dudas… etc. Sin embargo, el aspecto de la Jornada continua me parece de una relevancia tal que no me merece la posibilidad de llevarse a votación. Todos y cada uno de nosotros hemos elegido el “Hostos” para nuestros hijos o bien por no poder pagar un privado o concertado o por ser defensores de la educación pública. La jornada partida me parece una de las mejores apuestas para ello. 

Natalia: Hay distintos temas que he nombrado que me preocupan en relación a la jornada. Soy fiel defensora de LA JORNADA PARTIDA. Los motivos podrían sintetizarse en lo siguiente:

1. Sociales: la jornada partida previene que la brecha de desigualdad por cuestiones socioeconómicas no sea acusada. La escuela pública debe garantizar igualdad de recursos y oportunidades a todo el alumnado. Y la jornada partida trabaja en esta línea. Garantiza que los recursos sigan estando presentes para todos: comedor de calidad, actividades extraescolares accesibles para todas las familias, disfrutar de espacios sociales entre iguales…A priori la continua no acaba con estas cuestiones, pero la experiencia nos muestra que en distintos centros públicos donde se ha instaurado la jornada continua estos recursos se han visto mermados. Paulatinamente el comedor ha sido demandado por menor número de familias, por lo que la cocina propia ha pasado a ser sustituida por catering con el consecuente rechazo de más familias, las extraescolares han sido menos solicitadas, por lo que la oferta cada vez ha sido menor y más precaria, terminando muchos niños y niñas no pudiendo acceder a determinadas actividades porque fuera del centro son de mayor coste. Globalmente los niños/as acaban teniendo menor red social con sus amigos, con todo lo que ello supone. Además, por la propia conciliación de las familias, muchas se han visto obligadas a solicitar centros de educación concertada que les garanticen sus necesidades de conciliación, por lo que la demanda de nuevos alumnos hacia el cole disminuye y se va precarizando. Y si los centros se precarizan, la escuela pública, como no podía ser de otra manera, también. Estos ejemplos dan cuenta de la importancia que para mí tiene continuar disfrutando de la jornada partida.

2. Evolutivos: un tema interesante en este sentido es que gracias a la jornada partida, los alumnos disponen de la presencia de sus maestros y maestras durante todos los momentos de tránsito entre actividades, incluidas las siestas en los más pequeños o para todos, el comedor y la llegada a las extraescolares. Para los más pequeños no es comparable echarse la siesta acompañados de su maestra que del personal de comedor. Y para los más mayores es tremendamente necesario poder resolver los conflictos de vuelta al aula y que no queden en el tintero sin resolver porque unos se marchan a casa, otros a extraescolares… Los profesores tienen un saber, una experiencia, unas herramientas y una capacidad que ayudan tanto a los pequeños del cole como a los mayores a transitar por los distintos momentos evolutivos de la mejor manera posible. Ellos están formados y creo que son los que mejor saben acerca de cómo hacer en esas situaciones.

3. Psicopedagógicos: un tema importante. En este punto entran en juego la atención y la concentración por ejemplo. Los más pequeños no viven los espacios de aprendizaje como los adultos. Ellos necesitan parar y tener espacios de juego libre en esas pausas para que su atención no se agote y su concentración no disminuya. Esas pausas les permiten descansar y recuperar la atención. El juego, además, les permite ir incorporando todo lo aprendido y que pase a formar parte de sus conocimientos de una manera más saludable. Sin juego, en determinadas edades, no hay aprendizaje. Este punto hay que tenerlo especialmente en cuenta en los niños con necesidades especiales. Que requieren de espacios de tiempo mayores y de un aprendizaje más vivencial.

4. De Salud Mental: el último eslabón de la cadena. Si lo anterior acontece, terminamos encontrando chicos y chicas con problemas de salud mental, entre los que podrían nombrarse cuestiones que tiene que ver con el autocuidado, la autoestima, la incorporación del aprendizaje, de vinculación con los iguales y con los adultos, de resolución de conflictos… Y dentro de todos estos temas, no podemos olvidarnos que el colegio es un centro de atención para niños de infantil y primaria. Hay cuestiones que se han de tratar de manera diferente si estamos frente a un niño de 3 años (algunos entran al cole con 2 añitos al ser de octubre, noviembre o diciembre) o a uno de 8, pero tenemos la responsabilidad de no dejarnos al más vulnerable por el camino. Mi opinión es que la jornada partida tiene en cuenta estas diferencias y necesidades particulares de cada edad. Me comprometo a poder aportar y abrir espacios de reflexión para poder adecuar los distintos momentos de trabajo a los distintos momentos de atención y concentración por el que pasan los niños y niñas de nuestro cole.

Elvira: Insisto en que la postura de un consejero sobre un tema en el que pueden votar todas las familias (como es el cambio de jornada) no debe ser una razón para que te voten. Lo que sí debería de ser, en mi opinión, es que te dejen votar cuando tienes VOTO (¡que nadie vote en tu nombre!). Yo me comprometo a tener la VOZ del voto de la mayoría (en la ida y en la vuelta a la consulta).  

Por otro lado, después de haber probado dos años la jornada continua (y probar antes y después la partida) y sobre todo tener el feedback de mis hijos (que son los que la viven) estoy más convencida de los beneficios de la jornada continua frente a la jornada partida. En este sentido, ¡ojalá! se pueda abrir el proceso de cambio para abrir el debate a profesores, familias y niños. Recordemos que se necesita 2/3 de votos a favor del cambio y participación de 2/3 de las familias. No es nada fácil ese cambio pero abogo porque los futuros consejeros, sean quienes sean, dejen votar a las familias (por primera vez), como ya han votado las familias de los coles de alrededor. Tras conocer la mayoría cualificada que se necesita, cuesta entender el NO o el MIEDO a las elecciones en el marco educativo que nos acoge.

4. ¿POR QUÉ DEBES SER TÚ LA ELEGIDA?

Miriam: No voy a responder a esta pregunta directamente. Simplemente considero un privilegio poder votar, es un derecho del que debemos aprovecharnos y me gustaría que votaras.
¿Por qué debo ser elegida? Sólo si consideras que te represento al responder a las otras tres preguntas, quizá entonces, podamos coincidir en muchos de los aspectos que tratamos en esos consejos escolares y por tanto, de algún modo, tú, estarías representado en ese consejo.

Natalia: Me encantaría que las familias depositaran su confianza en mí porque estoy totalmente comprometida en llevar a cabo y aportar todo lo que he comentado anteriormente. Estoy siempre dispuesta a escuchar, a hacer una reflexión propia en eso que recibo por distintas vías, a transmitir buscando el consenso entre todas las partes. Me comprometo a escuchar las demandas y peticiones de las familias y hacerlas llegar al consejo escolar y que puedan ser tenidas en cuenta en ese espacio. Dar voz a las familias para que de esta manera tengan presencia y participen en las decisiones tomadas. Que podamos encontrar un espacio de comunicación y consenso entre las distintas piezas y protagonistas que conforman nuestro cole. Pero sobre todo, me comprometo a poner en primera línea, desde mi experiencia y conocimiento, aquello que favorece el bienestar de la infancia. El cole es un lugar donde crecer, experimentar y aprender, y cuanto mayor bienestar rodee a la infancia y a sus educadores, mayor y mejor aprendizaje recibirán, mayores posibilidades de experimentar y mayor crecimiento saludable tendrán. El lema “niño sano, niño feliz” me acompaña.

Elvira: Ya lo acabo de decir, pero insisto en el último. Si como familia prefieres que ningún consejero vote por ti cuando lo puedes hacer tú, YO SOY TU CANDIDATA. Es algo que ocurrió en el pasado y no me parece ético. Ello me ha animado a presentarme (mirando al futuro) porque para mí ¡TODAS LAS FAMILIAS CUENTAN! 

Begoña: Pongo al servicio de los padres como representante que sería, de mi convicción (por planteamiento personal y por bagaje profesional), de que es necesario presentar ideas, y debatir siempre sobre las situaciones para poder mejorar estructuras y funcionamientos. En mi experiencia con trabajo comunitario, he comprobado con frecuencia que esto no es fácil. En determinados ámbitos que las familias no conocemos en profundidad (como puede ser el educativo), por inseguridad, podemos no expresar deseos, esperanzas o gustos por considerarlos demasiado idealistas o ridículos a ojos de otros. De la misma forma, a la hora de exponer o plantear situaciones de las familias, alumnos o personales, no se exponen siempre abiertamente (porque lo consideramos temas complejos, por vergüenza o porque suponen conflictos de intereses).

Nunca he pertenecido a un Consejo Escolar, por lo que no tengo experiencia, y sólo puedo ofrecer mi escucha a las familias y un poco de mi tiempo para ser su voz en un Órgano dedicado también a la mejora de la calidad, lo que alimenta mis ganas de participar en él, desde la perspectiva de una familia más.

Desde aquí queremos agradecer a las cuatro candidatas su compromiso con el colegio y las familias y que hayan respondido a nuestras preguntas. ¡Mucha suerte!

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